Vegetarianismo y huella de carbono

Si usted deja de comer carne, su huella de carbono relacionada con la comida podría reducirse a menos de la mitad. Esta es una reducción mucho más grande que la estimada anteriormente y se basa en un estudio de las dietas reales de la gente.

Una cuarta parte de las emisiones de gas de efecto invernadero provienen de la producción de alimentos. Pero no queda claro cuánto se ahorraría realmente si las personas cambiaran sus filetes de carne por hamburguesas de tofu. Según algunas estimaciones, una dieta vegetariana podría recortar 25 por ciento las emisiones relacionadas con la alimentación. Pero todo depende de lo que se coma en lugar de la carne. Con algunas sustituciones, las emisiones podrían incluso aumentar.

Así que Peter Scarborough y sus colegas en la Universidad de Oxford estudiaron la alimentación real de más de 50.000 personas en el Reino Unido y calcularon las emisiones de carbono relacionadas con la dieta.

«Este es el primer documento para confirmar y cuantificar la diferencia», dice Scarborough.

Detener las emisiones

Los investigadores descubrieron que los beneficios podrían ser enormes. Si alguien que consume más de 100 gramos de carne al día – un muy pequeño filete – se hiciera vegano, su huella de carbono relacionada con los alimentos se reduciría en un 60 por ciento, evitando el equivalente a 1,5 toneladas de dióxido de carbono al año.

Siendo más realista, si alguien que come más de 100 gramos de carne al día simplemente bajara a menos de 50 gramos por día, sus emisiones relacionadas con los alimentos se reducirían en un tercio. Eso ahorraría casi una tonelada de CO2 al año, casi lo mismo que un vuelo en avión entre Londres y Nueva York.

Los que comen pescado, pero no otros tipos de carne, generan emisiones similares a los vegetarianos, creando sólo un 2,5 por ciento más de las emisiones relacionadas con los alimentos. Los veganos pueden sentirse superiores, pues generan un 25 por ciento menos emisiones que los vegetarianos, que comen huevos y productos lácteos.

«En general, hay una clara y fuerte tendencia a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las dietas que contienen menos carne», dice Scarborough.

¿Por dónde empezar?

Hay otras maneras de reducir las emisiones, como viajar menos en auto y en avión, pero el cambio de hábitos alimenticios será más fácil para muchos, dice Scarborough. «Creo que es más fácil cambiar la dieta que cambiar el comportamiento de los viajes, pero seguramente habrá quienes no estén de acuerdo.»

«Esta investigación presenta pruebas contundentes sobre los beneficios de una dieta baja en carne en la emisión de gases de efecto invernadero», dice Christopher Jones, de la Universidad de California, Berkeley.

En 2011, Jones estudió todas las formas posibles en que las familias estadounidenses podrían reducir sus emisiones. Aunque la comida no era la mayor fuente de emisiones, sí era donde la gente podría hacer los ahorros más grandes y más rentables. ¿De qué manera? Desperdiciando menos alimentos y comiendo menos carne. Jones calcula que ahorrar una tonelada de emisiones de CO2 significa en el presupuesto familiar un ahorro de 600 a 700 dólares (Environmental Science & Technology, DOI: 10.1021/es102221h).

«Los estadounidenses desperdician alrededor de un tercio de los alimentos que compran y consumen un 30 por ciento más calorías de lo recomendado, en promedio,» dice Jones. «En EE.UU, la reducción de las compras de alimentos y consumo físico sería más beneficioso en la emisión de gases de invernadero que la reducción del consumo de carne.»

Huella de carbono mundial. La emisión de gases de efecto invernadero país por país

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Autor: Michael Slezak
Traducción al castellano: Daniel Fresno
Fuente: http://www.newscientist.com/article/dn25795-going-vegetarian-halves-co2-emissions-from-your-food.html#.U610KUDzLxU