Pies sanos y fuertes

por Daniel Fresno

Hoy dedicamos buena parte del encuentro al chi kung de los pies. Seguramente, al terminar habrán sentido que los pies estaban más despiertos, fuertes y flexibles. Algunas personas -me incluyo- sienten además que el pie está más grande, que la superficie de contacto con el suelo es mayor. Esto se debe a la integración de los tres tesoros -mente, cuerpo y energía- durante la práctica. Es un pequeño pero merecido regalo que le hacemos a nuestros leales y abnegados amigos, que nos sostienen y nos llevan a dónde queremos ir.

Es bueno valorar y agradecer a nuestros pies. Ellos nos dan seguridad y estabilidad. Permiten que nos sostengamos por nuestros propios medios, con autonomía y libertad. Los pies también nos permiten ir hacia nuestros objetivos. Gracias a los pies podemos irnos de los sitios donde no queremos estar. Llegado el caso, los pies sirven para defendernos. Por eso, cuando alguien sabe lo que quiere y va a buscarlo con decisión, decimos que está «bien plantado». Gracias a ellos nos ponemos «de pie» luego de haber caído. Además los pies tienen que ver con la trascendencia, pues gracias a ellos dejamos huella.

Todo esto explica por qué, cuando dentro nuestro hay algún conflicto entre el destino al que queremos llegar y el rumbo en el que estamos yendo, los pies se enferman y nos obligan a parar o hacen que la marcha sea dolorosa.

Los pies realizan un trabajo muy valioso y no reciben la gratitud y el buen trato que merecen. De todos los pies humanos, los más maltratados son los de las mujeres. Viven sometidos a la presión de zapatos que los asfixian y aprietan como matambres. Pareciera que se busca achicarlos o hacerlos desaparecer. Porque el taco alto es eso, un intento por hacer desaparecer el pie femenino. No se trata de hacer que las piernas se vean más largas. Se trata de forzar la dorso extensión para reducir al mínimo la superficie de contacto del pie con el suelo. A nivel energético, los tacos altos le quitan a los pies estabilidad, seguridad, fuerza, autonomía. A nivel corporal, generan distorsiones en la postura

Los tacos altos son la continuación «civilizada» del vendaje de pies habitual en la China imperial. Se suponía que una mujer de pies pequeños tenía más chances de conseguir un buen marido. Con este argumento se vendaban los pies de las niñas, generando así una dolorosa deformación de los huesos del pie. Las mujeres campesinas se salvaban de este tormento porque era necesario que pudieran caminar de un lado a otro. Pero las que estaban destinadas a trabajar sentadas por muchas horas eran sometidas al vendaje. En realidad lo que resultaba atractivo no eran los pies pequeños, sino la pérdida de libertad, autonomía y autoconfianza que brindan los pies sanos y fuertes.

En todas las sociedades de todas las épocas hay y hubo cánones de belleza que todos intentan seguir y no es nuestra intención cuestionarlos. Pero si es importante tomar conciencia de ellos y dejarlos de lado cuando afectan la salud física y mental de las personas. Pies sanos. fuertes y libres son fundamentales para tener una buena vida. Por eso hoy practicamos este chi kung de los pies.

Gracias por escuchar.

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Escena final de «Gravedad», una peli de Alfonso Cuarón que muestra a la sobreviviente parándose sobre sus pies y emprendiendo su camino.

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