Entrenar al aire libre en invierno

llego el frio

por Daniel Fresno

Matías, del grupo de Entrenamiento Fusión, nos contaba que su primo de La Pampa se levantaba todos los días a las 3 de la mañana para ordeñar vacas. Ya sea en verano o en invierno, iba siempre en ojotas a cumplir su tarea.

La gente que vive en zonas rurales y trabaja en el campo desarrolla aptitudes fisiológicas -como la resistencia a las bajas temperaturas- que los que vivimos en la comodidad de la gran ciudad apenas conocemos.

El cuerpo regula la temperatura a través de un complejo mecanismo que involucra al hipotálamo y el sistema endócrino. Todos los humanos tenemos esa capacidad de regular la temperatura, pero ¿por qué durante el invierno el primo de Matías puede andar por el campo en ojotas y otros se resfrían en cuanto salen a la calle? La respuesta es simple: el mecanismo de regulación térmica del primo de Matías está mejor entrenado.

La Teoría de la Evolución nos enseña que los que sobreviven no son los más fuertes, sino los que mejor se adaptan a los cambios. La regulación de la temperatura, esa destreza que nos permite mantener nuestro calor corporal a pesar de los cambios externos, la tenemos desde que nacemos. Es una forma de inteligencia corporal que, como los demás tipos de inteligencia, se pierde si no se ejercita regularmente. Cuando en invierno tenemos la calefacción muy alta, generando dentro del ambiente una gran diferencia de temperatura con el exterior, estamos haciendo que nuestro sofisticado sistema de regulación térmica se vuelva perezoso. Luego, cuando salgamos a la calle y entremos en contacto con el aire frío, aparecerán los problemas respiratorios, resfríos, gripes, y encima, nos llegará una terrible factura de gas/electricidad.

¿De qué me sirve ser capaz de levantar 150 kilos si al salir del gimnasio y entrar en contacto con el aire invernal me agarro una gripe que me deja de cama por siete días?

Por eso es tan valioso practicar tai chi chuan al aire libre. No sólo por la calidad del aire que respiramos, sino también porque entrenamos a nuestro sistema de termoregulación para que sea más eficiente.

Aclaración: cuando hablamos de educar nuestro sistema de termoregulación no nos referimos a esas prácticas en las que gente semidesnuda se pone bajo una cascada de agua helada. Eso es otra cosa; es un tipo de práctica que se puede sostener por unos pocos minutos. Nuestra propuesta es trabajar al aire libre con el abrigo adecuado para poder entrenar dos horas o más sin problemas.

¿Cómo vestirse para entrenar al aire libre en invierno? Lo mejor es llevar varias prendas poco abrigadas, antes que pocas prendas muy abrigadas. Al entrar en movimiento, vamos a sentir que tenemos demasiado abrigo. Si llevamos varias prendas poco abrigadas, podremos quitarnos lo necesario sin riesgos de enfriamiento.

Gracias por leer.