Abrir las articulaciones

por Daniel Fresno

—Tengo una pregunta sobre zhan zhuang —dijo el alumno—. Leí hace poco que al practicar zhan zhuang hay que abrir las articulaciones. ¿Qué se entiende por «abrir las articulaciones»?

—El concepto de abrir las articulaciones tiene un significado en el plano físico y otro en el plano energético —dije—. En el plano físico, abrir las articulaciones significa generar espacio entre los huesos que se articulan. Lo contrario de generar espacio es comprimir, apretar y aumentar la fricción.

¿Qué fuerzas hacen que los huesos de una articulación se compriman? La fuerza de gravedad y la tensión de los músculos y tendones que rodean la articulación. Por eso durante la práctica buscamos ir con la coronilla hacia el cielo, para generar espacio entre las vértebras de la columna que, bajo la fuerza de gravedad, tienden a comprimirse unas contra otras. Por eso también buscamos la mayor relajación posible, porque cuando los músculos se tensan generan mayor compresión y fricción en la articulación. Si la persona está tensa durante mucho tiempo, la articulación se desgastará y aparecerá la artrosis. Si cerca de la articulación pasa algún nervio, la compresión puede provocar un pinzamiento del nervio y por lo tanto, dolor. Por estos motivos es saludable generar espacio entre las articulaciones.

En el plano energético, buscamos abrir las articulaciones para absorber a través de ellas las energías del Cielo y de la Tierra. Esto ayuda a equilibrar las energías del practicante y al mismo tiempo, alinearlas con la energía del Universo. Respiramos por la nariz y por cada una de las articulaciones.

Al hacer zhan zhuang puede ocurrir que sintamos fatiga, especialmente en hombros y brazos. En esos momentos solemos generar tensión muscular, creyendo que así vamos a poder sostener mejor la postura. Es decir que empezamos a «luchar» y ahí las articulaciones empiezan a cerrarse. Lo mejor es visualizarnos como un árbol, en el que miembros inferiores, pelvis y columna vertebral son el tronco y los miembros superiores son las ramas, una continuación del tronco. El árbol no lucha para sostener las ramas, porque no hay diferencia entre tronco y ramas: el árbol es una unidad indivisible.

—¿Visualizar que los pies echan raices en la tierra sirve? —preguntó el alumno.

—Sí, el imaginar que los pies se arraigan varios metros hacia lo profundo de la tierra es muy útil para generar relajación, pues la postura se mantiene gracias al impulso ascendente de la coronilla, que busca el Cielo y las raíces, que se hunden en la Tierra.

Gracias por escuchar.


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