Bagua Zhang: historia y leyenda

por Daniel Fresno

En esta nota exploraremos la historia real, los mitos, los secretos y malentendidos del Bagua Zhang, la Palma de los Ocho Trigramas. Buscaremos sus orígenes legendarios, su historia real y documentada, y los secretos que lo convirtieron en una joya del arte marcial chino.
Pero antes de seguir… ¿es cierto que fue su creador un eunuco de la corte imperial?

La leyenda

Como muchas artes marciales chinas, Bagua Zhang también tiene un origen legendario.
Se dice que antiguos monjes daoístas, en lo alto de las montañas, buscaban un equilibrio entre cuerpo, mente y energía. Estos sabios se habrían inspiraron en el I Ching, el clásico libro de los cambios.
Su filosofía enseña que todo —la vida, el universo, incluso los pensamientos— está en transformación constante. Así habrían creado el Bagua Zhang: un arte que no busca vencer con fuerza, sino fluir con los cambios.

El arte se mantuvo en secreto durante siglos hasta que un día un joven apasionado por las artes marciales se perdió en la montaña y allí conoció a los monjes que se lo transmitieron.


Orígenes históricos

Más allá del mito, los registros históricos apuntan a una persona real: Dong Haichuan, nacido hacia 1797 en la provincia de Hebei. Desde joven fue un apasionado de las artes marciales y viajó por toda China, aprendiendo de distintos maestros y escuelas.

En muchos sitios, observó cómo los practicantes realizaban caminatas circulares para desentumecer el cuerpo al terminar  la meditación. Otros directamente usaban la caminata como forma de meditación.
Esto inspiró a Dong Haichuan en el proceso de creación de su estilo, que aún no se llamaba Bagua Zhang.

Cuando Dong llegó a la capital del imperio, encontró trabajo como sirviente en el palacio de un príncipe.
Y aquí ocurre una de las historias más famosas de su vida.
Durante una gran fiesta debía llevar dos bandejas repletas de tazas de té a través del patio lleno de invitados.
Se movió tan rápido, girando, esquivando y fluyendo entre la multitud… que ni una sola gota de té se derramó.

El príncipe, asombrado, lo llamó y le preguntó cómo lo había hecho. Fue allí que Dong reveló públicamente su arte por primera vez. Desde ese día, pasó de sirviente a maestro de los guardias del palacio, y su fama se extendió por toda Beijing y luego por toda China.


El círculo y el nuevo nombre

Muchos creen que Bagua Zhang consiste solo en caminar en círculos. Pero eso es un malentendido, muchas veces reforzado por el cine.

La caminata circular no es una táctica para girar alrededor del enemigo, sino una forma de entrenamiento que enseña a dominar el espacio, cambiar de dirección en el instante exacto y crear ángulos más ventajosos. Además la caminata circular es muy práctica pues permite entrenar en espacios reducidos.
Cada paso entrena cuerpo y mente para moverse con la misma fluidez con que el agua evita un obstáculo.

En el arte de Dong Haichuan todo cambia: la dirección, la velocidad, la estrategia.
Por eso los eruditos de Beijing lo asociaron inmediatamente con el I Ching, porque su esencia es el cambio. Fue así como el nombre que Dong le había dado a su estilo -«Palmas cambiantes»- fue reemplazado por uno más «prestigioso»: Bagua Zhang.
El puño cede lugar a la palma, símbolo de apertura y flexibilidad.
Además, Bagua Zhang incluye el uso de armas tradicionales. En nuestra escuela practicamos espada recta, doble espada, bastón y palo largo.

Los discípulos y ramas

Dong Haichuan no enseñaba a principiantes. Sus discípulos ya eran maestros en otras artes marciales, lo que hizo del Bagua Zhang una especie de “posgrado marcial”.

Entre ellos destacan dos grandes nombres:

Yin Fu, que provenía del Luohan Quan, y desarrolló un estilo rápido y de pasos cortos.

Cheng Tinghua, experto en Shuai Jiao, el arte del agarre y la proyección, quien adaptó el Bagua Zhang a la lucha cuerpo a cuerpo con movimientos amplios y envolventes.

Gracias a ellos, el Bagua Zhang se ramificó, diversificándose en escuelas y linajes que aún hoy se practican en todo el mundo.


El misterio del eunuco

Entre las leyendas que rodean a Dong Haichuan, hay una que nunca deja de despertar curiosidad:
¿Fue realmente un eunuco de la corte imperial?

En la China de aquella época, muchos sirvientes varones eran castrados para trabajar dentro de la Ciudad Prohibida. Por eso, con el tiempo, surgió el rumor de que Dong también lo era.

Pero las investigaciones modernas cuentan otra historia.
Historiadores como Kang Gewu y Xu Yusheng, que entrevistaron a discípulos de primera generación, coinciden: no existen pruebas de que Dong haya sido eunuco. De hecho, todos los relatos lo describen como un hombre fuerte, vigoroso y con una energía desbordante.

Sus discípulos hablaban de su potencia física y su presencia marcial.
Y si algo sabemos del mundo marcial, es que no perdona los defectos. Si realmente lo hubiera sido, esa anécdota habría sobrevivido en las historias de sus alumnos. Lo más probable es que el rumor surgiera solo por su trabajo en la corte, sin base real.


Final

El Bagua Zhang no es solo un arte marcial bello y sofisticado.
Es una forma de comprender la vida: moverse sin rigidez, adaptarse a los cambios, encontrar equilibrio en medio del caos.
Cada giro representa una transformación.
Cada paso, una oportunidad para redirigir la energía.

Practicar Bagua Zhang es como danzar con el universo: aceptar que todo fluye y que el cambio es, en realidad, la esencia de la existencia.

Gracias por leer.

Que tengas paz, alegría