Nuestro Taichi Chuan_5

Entendemos el taichi chuan (TCC) como un arte marcial completo, como fue concebido en sus orígenes. Basta mirar las técnicas que aparecen en la forma para darse cuenta de la enorme variedad de recursos que este sistema brinda para la defensa personal de pie.

Desde que Yang Luchan llevó el TCC a Beijing en la segunda mitad del siglo 19, este arte experimentó un proceso creciente de masificación. En la capital del imperio había muchas y variadas escuelas de artes marciales. Por eso, cuando los locales lo descubrieron, lo que llamó la atención de todos fue eso que distingue al TCC de los demás estilos: sus movimientos lentos y sin cortes. Esta característica lo hizo muy atractivo para las personas mayores o sedentarias que buscan algún tipo de actividad física. Así a lo largo de los años se fue distorsionando la naturaleza del taichi chuan. El arte marcial fue quedando relegado y se fue acentuando su aspecto de gimnasia saludable.

Sin embargo, el TCC fue creado como un arte marcial completo. La aldea Chen, cuna del sistema, como todas las aldeas campesinas de China, debió lidiar con las bandas de ladrones que aparecían para la época de la cosecha y se llevaban todo. La película «Los siete samurais» muestra la situación de una aldea japonesa que decide contratar a un grupo de artistas marciales para que la proteja de los ladrones. La aldea Chen resolvió defenderse a sí misma y fue desarrollando su propio arte marcial, que muchos años después recibió el nombre de taichi chuan.

¿Cómo llega hoy al TCC la mayoría de la gente? Muchas personas llegan buscando una manera de «armonizar» su práctica marcial. Habitualmente el que quiere aprender artes marciales elige shaolin o karate o jiu jitsu y si llega al TCC es porque siente que le falta algo para equilibrar la dureza de su práctica; siente que necesita algo para «relajarse».

Pero lo cierto es que el TCC fue concebido como un sistema completo, no como un complemento de otras artes. En los tiempos antiguos el único arte marcial que había en la aldea Chen era el TCC (en la actualidad también). Si alguien quería aprender a defenderse con los brazos y las piernas, aprendía TCC. Si alguien quería aprender a derribar a su adversario, aprendía TCC. Si alguien quería aprender a pelear con palo o con espada o con lanza, aprendía TCC. Si alguien quería aprender a aplicar llaves y palancas aprendía TCC. Si alguien quería hacer ejercicio para mantenerse saludable y vivir muchos años, aprendía TCC. Si alguien quería desarrollar la disciplina, la paciencia y la concentración mental, aprendía TCC.

Entendemos el TCC de la misma manera, como un tesoro que permite cultivar cuerpo, mente y espíritu en una gran variedad de aspectos. Todos son valiosos y no descuidamos ninguno.

Vení a conocer nuestro taichi chuan.

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Autor: Daniel Fresno