Espirulina: el super-alimento

espirulina

¿Querés dejar de comer carne pero te preguntás de dónde vas a obtener proteínas y vitamina B12? La respuesta es espirulina, un organismo unicelular de elevado valor nutricional. El 70 % de su peso está constituido por proteína completa de alto valor biológico y también aporta vitaminas, minerales, azúcares y fitonutrientes.

La información de este artículo fue obtenida del recomendable libro «Grasas saludables», de Néstor Palmetti, experto en nutrición radicado en la provincia de Córdoba. Encontrarás más información en su sitio Espacio depurativo.

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La espirulina (Spirulina maxima) es una primitiva alga unicelular cuya historia se remonta a unos 3.500 millones de años; es una de las plantas más antiguas del mundo y sin dudas la más pequeña. De hecho, es el descendiente inmortal de la primera forma de vida fotosintética del planeta. Esta microscópica alga azul verdosa crece espontáneamente en lagos alcalinos (como el Texcoco de Méjico o el Lago Chad del homónimo país africano).

La espirulina era parte esencial de la dieta de mayas e indígenas africanos, que practicaban su recolección y secado. En el futuro puede convertirse en un alimento estrella, ya que puede producirse rápidamente (duplica su biomasa en 4/5 días) en estanques poco profundos, brindando un rendimiento proteico por unidad de superficie 20 veces superior a la soja, 40 veces superior al maíz y 400 veces superior al ganado vacuno. Actualmente existen gran cantidad de emprendimientos en el mundo que se dedican a su cultivo.

La espirulina es una de las fuentes naturales más ricas en proteínas; casi el 70% de su peso está constituido por aminoácidos. Su proteína es completa y de alto valor biológico: posee 21 de los 23 aminoácidos (todos los esenciales) en una proporción casi ideal, destacándose el triptófano (antidepresivo por excelencia) y la fenilalanina (otorga sensación de saciedad) como los de mayor concentración. Cuatro cucharadas (36 gramos) satisfacen todas las necesidades diarias de aminoácidos esenciales en un adulto medio.

A nivel de lípidos, si bien la espirulina no posee abundancia (llega a un 7%), tiene gran calidad de ácidos grasos esenciales (AGE), los cuales se reparten entre omega 3 y 6, destacándose la presencia de un importante ácido graso activado: el GLA (gamma-linolénico), clave en la síntesis de los eicosanoides benéficos.

La espirulina contiene entre un 15 y un 25% de azúcares, lo cual proporciona energía rápida sin sobrecargar el páncreas ni desencadenar hipoglucemia. Entre estos glúcidos se destaca la presencia de un raro azúcar natural (ramnosa) que favorece el metabolismo de la glucosa y posee un efecto favorable en la diabetes. Diez gramos de esta alga aportan solo 36 calorías, razón por la cual es muy recomendada en dietas de adelgazamiento.

En materia vitamínica, la espirulina posee una gran riqueza. Además de vitaminas A (diez veces más concentración que la zanahoria y en la forma segura de betacarotenos), B1, B2, B5, B6, ácido fólico, E y H, se destaca por ser la fuente natural más rica en B12 (pocos gramos cubren las necesidades diarias de dicha vitamina, siendo totalmente asimilable al no haber proceso de cocción). Resulta entonces un complemento ideal en dietas vegetarianas estrictas.

En cuanto a minerales, la espirulina es especialmente rica en hierro altamente asimilable; diez gramos satisfacen las necesidades diarias de un adulto. Pero también contiene calcio, fósforo, magnesio, potasio, manganeso, selenio, cromo, cobre, cinc y germanio, con escasa presencia de sodio. También está bien dotada de clorofila, carotenos, ácidos nucleicos, enzimas y fibra soluble (mucilagos).
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Podés encontrar información más detallada sobre la espirulina en el libro de Robert Henrikson «Spirulina world food«.