La hormiga y el viento
Es una mañana muy ventosa en el parque y yo estoy practicando bagua zhang. En un momento decido parar para regular la respiración. Me siento sobre los talones y veo algo que capta mi atención: sobre las baldosas, una hormiga cargando una enorme hoja avanza trabajosamente contra el viento. Cada tanto una ráfaga hace volar la hoja y, junto con ella, a la hormiga, que no suelta su preciosa carga. Cuando el viento cesa, la hormiga vuelve a avanzar en la misma dirección. Y así muchas veces.
A pesar de la adversidad, la hormiga sigue adelante con su hoja. El viento la aleja de su meta, pero ella se pone de pie y vuelve a andar su camino. La hormiga no se queja del viento, ni de lo pesada que es su carga, ni se pregunta si vale la pena el esfuerzo. Ella marcha hacia su objetivo y, si se cae, se levanta y sigue avanzando.
Gracias, maestra hormiga.
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Autor: Daniel Fresno