La puerta de entrada al mundo
-El pensamiento tradicional chino descansa sobre tres pilares: el budismo, el taoísmo y el confucionismo -dije durante la clase de taichi chuan-. Si quisiéramos definirlos a grandes rasgos, podríamos decir que el budismo estudia la mente; el taoísmo estudia el cuerpo, y el confucionismo estudia la relación de las personas entre sí y de las personas con el Estado.
-Una de las ideas principales de Confucio es la del «amor filial», que se refiere al amor, gratitud y respeto que los hijos deben a sus padres y a los mayores de la familia. Es un concepto totalmente diferente al que predomina en Occidente, donde los padres suelen ser vistos como los culpables de todos los males de los hijos. No es mi intención profundizar sobre este tema, pero sí quiero rescatar la idea de «amor filial» en este domingo, en el que celebramos el Día de la Madre.
-La madre es nuestra puerta de entrada a este mundo. Todos los que estamos sobre la Tierra llegamos gracias a una madre que nos gestó en su seno durante varios meses, padeciendo muchas molestias y que nos parió con dolor. Agradezcamos a la madre por esa enorme tarea. Pero el trabajo de madre no termina con el parto. Somos muy vulnerables al nacer y durante muchos años necesitamos que una madre nos cuide. A veces ese trabajo lo cumple la madre biológica, otras veces lo hace otra persona. Alguien tiene que cumplir el rol maternal porque de lo contrario el recién nacido no sobrevive. Si estamos vivos es porque alguien nos nutrió y cuidó. Agradezcamos a esa persona.
-Muchos tienen una relación amorosa con la madre, pero no todos. Hay también quienes sienten que su madre no estuvo a la altura de las circunstancias y guardan algún resentimiento hacia ella. En casos así es importante entender que los padres siempre tratan de dar lo mejor de sí a los hijos. Lo que ocurre es que no todos tienen lo mismo para dar. Hay gente que tiene muy poco para dar y sin embargo lo da todo. Otros desean dar más, pero no saben cómo llevar ese deseo a la práctica. Esto podemos comprenderlo porque, como practicantes de taichi chuan sabemos muy bien que hay un abismo entre querer hacer una cosa y llevar ese deseo a la práctica.
Feliz día a todas las madres.
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Autor: Daniel Fresno