Nietzsche y la Dra. Blackburn
-Los músculos, tendones y huesos se fortalecen cuando luchan contra la fuerza de gravedad -dije durante la clase de taichi chuan-. Por ejemplo, cuando hacemos «el jinete», bajamos cediendo ante la fuerza de gravedad y luego subimos extendiendo rodillas y cadera, luchando contra esa fuerza. Y así las piernas se van poniendo más fuertes. Lo mismo cuando hacemos «cepillar la rodilla», nos sostenemos sobre un solo pie y los músculos luchan por mantener la estabilidad y así fortalecemos nuestro equilibrio. Nietzsche lo decía en forma de aforismo: «Lo que no me mata, me fortalece«.
-Enfrentar una fuerza contraria, luchar contra la adversidad, nos hace más fuertes y resistentes. Pero no basta con la lucha. También es importante la actitud mental. Los alumnos más antiguos experimentaron en carne propia los beneficios del taichi chuan. Empezaron a venir porque alguien se lo recomendó o porque leyeron que el taichi chuan era bueno. Y a medida que pasaban los meses descubrieron que se sentían más fuertes, vitales, concentrados y con más autoconfianza. Pero ¿qué pasaría si alguien viniera a practicar con la idea de que el taichi chuan es peligroso para la salud? Al día siguiente, al empezar a sentir el característico dolor en los cuádriceps ¿qué pensaría?: «Me duelen las piernas. Esto no puede ser nada bueno. Era cierto que el taichi chuan hace daño. Mejor no practico más».
-La actitud mental es clave. Si creo que la adversidad que estoy enfrentando me va a destruir, es probable que termine destruído. Si creo que la adversidad que estoy enfrentando es una oportunidad de aprendizaje, voy a salir fortalecido. Mi maestro siempre dice que las dificultades que nos presenta la vida hay que agradecerlas, porque son exámenes para pasar de nivel. Y todo esto no es una cuestión meramente filosófica; tiene un fundamento científico.
-La Dra. Elizabeth Blackburn es una bioquímica autraliana que ganó en 2009 el Premio Nobel de Medicina por sus investigaciones sobre la telomerasa, una enzima que mantiene saludables a los telómeros. Pero ¿qué son los telómeros? La Dra. Blackburn lo explica muy bien en este video.
-Los telómeros son como esa cobertura plástica que protege el extremo de los cordones de las zapatillas. Sin esa protección, los cordones se empiezan a despeluchar. Los cromosomas de las células tienen telómeros en sus extremos. Cada vez que la célula se reproduce, los telómeros se van acortando. Cuanto más cortos sean los telómeros, habrá más probabilidades de que la célula se reproduzca con «errores», que se expresarán como enfermedades o simplemente como envejecimiento. Dicho de manera simple: envejecemos porque el proceso de «copiado» de las células es defectuoso y estos «errores de copiado» tienen que ver con el largo de los telómeros. Cuanto más cortos los telómeros, más errores.
-Pero los telómeros no se acortan únicamente por el paso del tiempo. La Dra. Blackburn y su equipo descubrieron que el estrés crónico también los acorta. La gente envejece más rápido cuando está sometida a estrés durante mucho tiempo. Observaron esto al estudiar a madres que tenían que atender a hijos con enfermedades crónicas que exigían cuidados constantes todos los días. La mayoría de estas mujeres sufrían acortamiento de los telómeros de sus cromosomas.
-Pero también observaron que algunas pocas madres de ese grupo no tenían los mismos signos de envejecimiento. ¿Por qué? Descubrieron que la clave estaba en la actitud mental ante el estrés. Las personas que viven la situación estresante como una amenaza, sufren acortamiento de sus telómeros. Las que por el contrario, la viven como una oportunidad de aprendizaje y de superación personal, no,
-No voy a hablar sobre lo valioso que es el taichi chuan para lidiar con el estrés, porque ya abordamos el tema en otra oportunidad. Sólo quiero destacar que las investigaciones de la Dra. Blackburn dan fundamento científico a la sabiduría de mi maestro. Y esto es especialmente valioso en los agitados tiempos que nos tocan vivir. No elegimos la tormenta, pero sí podemos elegir la actitud con la que vamos a atravesarla. Podemos verla como una amenaza que va a hundirnos o como una oportunidad de aprendizaje y fortalecimiento. Conviene elegir esta última opción, para sobrevivir y para servir de inspiración a las personas que nos rodean.
-Gracias por escuchar.
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Autor: Daniel Fresno