Rodeados de maravillas
por Daniel Fresno—
¿Querés que te cuente algo absolutamente asombroso?
En casa guardamos toda la basura orgánica en unos baldes de 20 litros como el de la foto 1.
Cuando los baldes están llenos, entierro toda esa materia maloliente en una parte del jardín donde viven las lombrices. Ellas se comen la basura y la convierten en abono, como el de la foto 2. Ahora ya no huele mal; tiene un rico olor a tierra fresca.
Ese abono, que es la mierda de las lombrices, se lo doy a las plantas. Ellas toman esa materia y la convierten en ramas, hojas, flores y frutos, como las moras de la foto 3. ¿Podés creerlo?
Cuando las moras maduran se ponen oscuras y eso indica que están listas para ser cosechadas. Hoy recogí estas que se ven en la foto 4. ¿Te fijaste el diseño que tienen?
Me las comí recién y estaban muy ricas. Ahora, muy lentamente, las moras se están volviendo parte de mi cuerpo. A partir de hoy en cada célula mia habrá algo de esas bellas frutas, que antes fueron planta, que antes fueron mierda de lombriz, que antes fue basura maloliente.
Decime la verdad ¿no es absolutamente asombrosa esa alquimia que ocurre en mi jardín y dentro de mi cuerpo? No hay duda, estamos rodeados de maravillas.
Gracias por leer.
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Las maravillas son así de sencillas.