Cinco reflexiones

por Daniel Fresno

Algunas ideas que surgieron después de la «pelea» del tipo de artes marciales mixtas (AMM) y el tipo de taichi chuan (TCC)

1- El luchador de AMM corre con ventaja sobre el practicante de TCC. ¿Por qué? Pues porque el TCC es un arte marcial, en cambio, las AMM son un deporte de combate. ¿Qué significa esto?
Imaginemos dos tipos de la misma edad y contextura física. Uno hace AMM y el otro, TCC y ambos tienen la misma cantidad de años de práctica.  Imaginemos que ambos dedican la misma cantidad de horas diarias al entrenamiento. Hay una diferencia sustancial entre ambos. El tipo que hace AMM se dedica únicamente a dos cosas: preparación física y combate (lucha, golpeo y chin na, de pie y en el suelo). El que hace TCC en cambio hace cuatro cosas: preparación física, formas, chi kung/meditación y trabajo en pareja. Dentro del trabajo en pareja, una parte del tiempo está dedicada al tui shou a pie fijo, otra al tui shou móvil y otra al combate (lucha, golpeo y chin na de pie).
Si hacemos números descubriremos que el tipo de AMM tiene más horas de combate encima que el tipo de TCC, lo que le dará enorme ventaja.
Si lo que querés hacer en la vida es ganar peleas, no te conviene estudiar TCC. Te conviene un deporte que invierta más tiempo en combate.

2- El TCC es un arte marcial que entrena el cuerpo, la mente y el espíritu. Andar desafiando a otros o aceptar desafíos no tiene nada que ver con el espíritu del arte, al menos como lo entendemos nosotros. Lo mismo, respecto al ambiente y estilo de vida asociados a las peleas comerciales.

3- A pesar del triste resultado, este tipo de episodios pueden ayudar a desenmascarar el engaño de los kiai masters, los golpes mortales y otras mentiras que ponen la fantasía por encima del entrenamiento serio y realista.

4- Si tu estilo sólo tiene «golpes mortales», no desafíes a otro ni aceptes desafíos. Lo más probable es que te rompan la cara. (Ver nota sobre el tema)

5- Las AMM, a diferencia de las artes marciales tradicionales, se basan en el método científico, no en tradiciones. Si alguien dice que su técnica es eficaz, la debe poner a prueba varias a veces. Si falla, se la descarta. Si funciona, todo el mundo la acepta y la incorpora. La técnica está siendo probada constantemente a través de la experimentación. Esto hace que se conserve lo útil y se descarte lo inútil. No hay dogmas del tipo «en nuestro estilo sólo atacamos la línea media», «en nuestro estilo no pateamos alto» o «esta técnica la creó Da Mo, por eso la practicamos».
Creo que el arte marcial tradicional tiene mucho que aprender del método científico, sin por eso abandonar su esencia.