El caso Pacho O´Donnell
por Daniel Fresno—
Una participante de los encuentros de Fusión preguntó:
Escuché hablar del entrenamiento físico de Pacho O´Donnell. El dice que se siente física y mental mente más joven «haciendo fierros» y me pregunto si eso realmente sirve. Si los resultados obtenidos por ese tipo de entrenamiento son duraderos.
Pacho O´Donnell es un escritor, historiador, médico y psicoanalista argentino que hoy transita los 81 años. El sedentarismo y otros malos hábitos lo llevaron a desarrollar problemas cardíacos muy graves. Recuerdo haberlo visto en la televisión hace 10 años. Andaba con bastón porque el sobrepeso le impedía caminar libremente. A partir de 2019 empezó a hacer actividad física de manera sistemática y bajó de peso y recuperó la salud y la vitalidad. Desde entonces, además de sus actividades habituales, busca generar conciencia en los ancianos y en toda la sociedad sobre la situación de los viejos.
Creo que el camino recorrido por O´Donnell es muy positivo e inspirador. Descubrió en carne propia lo que los sabios taoístas vienen diciendo desde hace miles de años: que la salud y el bienestar dependen del equilibrio entre cuerpo, mente y energía. Fue capaz de superar prejuicios muy arraigados entre los intelectuales y empezó a entrenar el cuerpo, a respirar de otra manera, a alimentarse mejor y esto le permitió torcer un rumbo que lo estaba llevando a una severa decadencia física e intelectual. Es para celebrarlo, no solo por el impacto positivo que tuvo en su vida, sino también por el ejemplo que irradia hacia un amplio sector de la sociedad, educado en el desprecio hacia la actividad física.
El gimnasio
Aclarado esto veamos algunos detalles. Cuenta O´Donnell que armó un gimnasio en su casa para poder entrenar. ¿Esto significa que la única manera de hacer actividad física es teniendo un gimnasio en la casa?Definitivamente no. No hace falta tener un gimnasio en casa. Cualquier lugar dentro o fuera de casa sirve para entrenar fuerza, resistencia, movillidad articular y flexibildad. Hay infinidad de ejercicios que podés hacer en el baño o en la cocina, mientras se caliente el agua del mate. El mundo entero es mi gimnasio. Yo no tengo un gimnasio en casa. Solo tengo una barra en el marco de una puerta y algunas pesas rusas que pueden usarse en cualquier sitio. Sin embargo, estas pesas, como cualquier peso libre, no conviene usarlas hasta haber logrado un nivel aceptable de fuerza entrenando con el propio peso corporal.
El espíritu del Entrenamiento Fusión consiste en aceptar y aprovechar todo lo que hay a nuestro alrededor. ¿Hay suelo con baldosas? Perfecto. ¿Hay pasto? Perfecto. ¿Hay árboles? Perfecto. ¿Hay sillas? Perfecto. ¿Hay mesas? Perfecto. ¿Hay rejas? Perfecto. ¿Hay paredes? Perfecto, todo sirve para entrenar. ¿Y si no hay nada de eso? Perfecto, no hace falta nada más, pues ya tenemos todo el equipo necesario: nuestro cuerpo y la fuerza de gravedad.
Los fierros
Muchas personas creen que para hacer actividad física de verdad hay que «hacer fierros», es decir, usar sobrecarga. Eso no es cierto. Y en ciertos casos, puede ser perjudicial. Para avanzar de manera segura en el entrenamiento y evitar lesiones, conviene empezar con el propio peso corporal e ir aumentando el nivel de dificultad sin recurrir a sobrecargas. Si al entrenar con tu propio peso corporal sentís que las rodillas no te sostienen con seguridad o sufrís calambres o te queda el cuerpo dolorido, es señal de que aún no estás suficientemente fuerte para lidiar con tu propio peso; imaginate lo que puede pasar si quisieras lidiar con pesos externos. Si podés hacer 50 sentadillas profundas cómodamente, si podés hacer 20 lagartijas seguidas, si podés hacer 5 minutos de plancha de antebrazos y otros 5 minutos de puente de espaldas sin problemas, ya estás lista para empezar despacito con «los fierros».
Fuerza y volúmen
Sea como sea, el camino elegido por O´Donnell fue «hacer fierros». ¿Cuando uno entrena con sobrecarga los músculos se hinchan o se agrandan? Depende de cómo entrenes. Hay maneras de entrenar que generan más fuerza, es decir músculos más fuertes, aunque no siempre más grandes. Hay maneras de entrenar que generan más volumen, es decir músculos más grandes. Esta última opción es la elegida por quienes entrenan buscando un resultado estético. La tendencia de O´Donnell a publicar fotos de su torso desnudo me hace creer que ésta es su modalidad de entrenamiento principal.
¿Cuán duradero es el resultado obtenido entrenando con sobrecarga? Como todo tejido vivo, el músculo aprende y responde a determinados estímulos y si esos estímulos desaparecen, el músculo volverá a su situación anterior. Es decir que si entrenás de manera conciente y regular, tus músculos se pondrán más fuertes. Si dejás de entrenar, eso que ganaste durante el entrenamiento se perderá. Los beneficios de un buen entrenamiento son duraderos mientras se mantenga el buen entrenamiento.
La importancia de la atención
Cuenta O´Donnell que para «aprovechar el tiempo» a veces hace sus rutinas mientras mira la televisión. Como ya lo hablamos en otras oportunidades, la dispersión de la atención durante el entrenamiento aumenta las probabilidades de lesionarse y no brinda los mismos resultados que cuando entrenamos con cuerpo, mente y respiración unidos e integrados. La creencia de que se puede entrenar el cuerpo mientras la mente esta enfocada en otra cosa es parte del dualismo que separa el cuerpo de la mente y que a muchos intelectuales los lleva a creer que se puede tener una mente creativa y despierta en un cuerpo abusado por el sedentarismo y la mala alimentación.
En algunos reportajes O´Donnell reconoció que su entrenamiento está enfocado en «los fierros», pues le resulta «aburrido» desarrollar flexibilidad y resistencia cardio-respiratoria. Sobre gustos no hay nada escrito y es evidente que esa rutina le dio resultado, porque ahora se siente sano, lúcido y con ganas de vivir. Eso es lo más importante. No obstante, creo que cultivar la flexibilidad, la movilidad articular y la resistencia, además de la fuerza, como hacemos en Fusión, es mucho más saludable y equilibrado, para todos, pero especialmente para las personas con cardiopatías.
Volviendo a la pregunta del comienzo. Creo que O´Donnell obtuvo resultados tan positivos -salud, vitalidad, lucidez- no por «hacer fierros», sino porque abandonó el sedentarismo y la mala alimentación y empezó a mover el cuerpo, a respirar más y a comer mejor. Celebro el coraje de O´Donnell para superar hábitos dañinos y, a través de la actividad física regular y la correcta alimentación, recuperar una vitalidad que parecía perdida. Larga y plena vida para Pacho.
Gracias por leer.
—
Si te parece que este texto puede serle útil a otra persona, no dudes en compartirlo.
¡¡Excelente reflexión!! El consumo de fierros, no deja de ser consumo. En Entrenamiento Fusión trabajamos CON uno mismo, sin más consumo que ese aire maravilloso que se hace conciente. ¡Gracias Daniel por tus enseñanzas!
Gracias por tu comentario, Adriana.
Daniel, leyendo tu reflexión descubrí algo que me pasa que creo que tiene que ver con mi dificultad para manejar mi propio ego y se me ocurre que quizás le haya pasado también a Pacho y a mucha gente que haya elegido «los fierros» como una de las formas de salir de la obesidad y el sedentarismo. Entrenar cardio, flexibilidad, resistencia es muy frustrante para quienes no estamos acostumbrados a la actividad física. Conlleva un gran esfuerzo y los resultados tardan en aparecer. Con los pesos externos la satisfacción es casi inmediata. Quizás es poco el peso que levanto, pero puedo terminar la serie y al final del entrenamiento siento la «satisfacción del deber cumplido», contra la «frustración de darme por vencido» cuando estoy entrenando cardio y no llego a terminar la rutina porque estoy con la lengua afuera. Además, rápidamente uno puede sentirse cómodo con el peso y aumentar la carga un poquito más: más satisfacción, mientras que para pasar a una rutina de cardio de 5 minutos más o llegar a elongar unos centímetros más se puede estar bastante tiempo. Y los resultados en el cuerpo en general no tardan tanto en aparecer, sobre todo si se entrena volumen por sobre intensidad. Con el resto de los entrenamientos, el ego no nos permite agachar la cabeza, aceptar y volver a intentar para mejorar, y eso lo confundimos con «aburrimiento».
Me parece que esa fuerza que nos pone en ese lugar de desear resultados mágicos sin tener que arremangarnos demasiado es lo mismo que nos sentó en el sofá del sedentarismo en primer término. Aun así, rescato de tu artículo entre otras cosas la importancia de levantarse del sofá. A veces no es cuestión de tomar el camino correcto sino el mejor camino que podemos tomar. En mi caso al menos, eso me llevó a sentirme mejor con mi cuerpo y entender también la relevancia de entrenar otros aspectos como la flexibilidad y la resistencia. Y quizás, como Pacho, convertirme en condición favorable para el progreso de otras personas.
Muchas gracias por compartir tu enseñanza
Gracias por tu comentario, Diego.
Muy interesantes tus apreciaciones, comparto!
Gracias por escribir, Alicia.