Felicidad

-Busquen en su memoria el instante de felicidad más reciente -pedí a los alumnos durante la práctica de chan chuang-, la última vez que se sintieron felices.

Más tarde, hacia el final de la clase, continué:

-Siempre decimos que al practicar la forma de taichi chuan es fundamental enfocar la atención en el instante presente. A veces la mente identifica ciertas partes de la forma como importantes y solo se enfoca en ellas. Pero se dispersa durante todo el recorrido entre una parte importante y la siguiente. Conviene evitar esto, porque en la forma no existen partes importantes y otras sin importancia; cada instante de movimiento es importante y ese es el espiritu con el que practicamos.

-Otras veces la mente se dispersa cuando queda trabada en el movimiento anterior o cuando está pendiente del movimiento siguiente. En ambos casos se encuentra ausente del instante presente.

-Cuando practicamos en grupo también tratamos de aplicar una atención plena. Lo hacemos al fusionar nuestro movimiento con el del grupo. Estoy atento, no solo a lo que hago yo, sino también a lo que están haciendo los demás en cada instante. Este tipo de entrenamiento es muy valioso en cualquier aspecto de la vida, especialmente en nuestra cultura, donde el individualismo hace muy difícil el trabajo en equipo.

-Al comienzo de la clase les pedí que recordaran el momento de felicidad más reciente. Estoy seguro de que ese momento de felicidad lo experimentaron con la mente enfocada en el instante presente.

-Mi momento de felicidad más reciente fue hoy al despertar. Sonó la alarma y, como todas las mañanas, abracé a mi esposa. Pero hoy la sensación fue diferente porque tomé conciencia de que ella estaba ahí conmigo y podría no estar. Hace poco se fue de viaje y todo ese tiempo desperté encontrándome solo en la cama. En ese instante de esta mañana me sentí afortunado de que estuviera en mi cama, de poder sentir su calor, de poder rodearla con los brazos. Mi mente y mi cuerpo estaban ahí mismo saboreando cada detalle del momento. No existían ni las cuestiones del pasado ni los planes para ese nuevo día que comenzaba. Fui feliz.

-Nuestra cultura gira alrededor de una idea muy dañina: que la felicidad depende de factores externos a nosotros. Nos dicen que seremos felices si conseguimos dinero y bienes materiales, placeres sensoriales, elogios y prestigio social. Al mismo tiempo luchamos para evitar los factores externos que nos alejan de esa felicidad: la pérdida de los bienes materiales, las experiencias sensoriales desagradables, las críticas y el desprestigio.

-Decimos que es una idea muy dañina porque casi no tenemos control sobre esos factores externos. Sin embargo luchamos y gastamos mucho tiempo y energía tratando de controlarlos porque creemos que de ellos depende toda nuestra felicidad. En realidad, estamos buscando la felicidad en el lugar equivocado.

-La clave de la felicidad está en nuestra mente, en la manera en que percibimos la realidad. Por eso es tan valioso cultivar una mente positiva, amorosa, capaz de valorar lo que tenemos y de experimentar auténtica gratitud. Podemos entrenar la mente para experimentar felicidad cotidianamente. Hace un tiempo decíamos que la máquina de la felicidad está dentro de nosotros. El botón de encendido de esa máquina es la atención enfocada en el presente. Somos capaces de enfocarla, pero nos cuesta sostener el enfoque en el tiempo. Con la práctica podemos fortalecer la atención para estar concentrados en lo que estamos pensando, diciendo y haciendo en cada instante. Eso nos hará experimentar muchos momentos de felicidad a lo largo del día.

-Pero a veces surgen situaciones muy dolorosas -dijo una alumna-, y no es fácil ser feliz.

-Es cierto. A veces viene un huracán que nos hace sufrir intensamente y cuesta tomar distancia para ver las cosas en perspectiva; solo existe el dolor. Por eso es importante practicar para desarrollar una mente positiva en los tiempos de estabilidad, cuando no hay tormentas a la vista. Así, estaremos mejor preparados para lidiar con el dolor cuando llegue. Es como ahorrar en un contexto de estabilidad monetaria. Si todos los días pongo algunas monedas en la alcancía, cuando ocurra una emergencia habré juntado bastante dinero. Cuando ocurre la emergencia no es momento de ahorrar; hay que ahorrar antes.

-Cuando practicamos taichi chuan con atención plena estamos desarrollando una mente positiva. La mente positiva nos permite ver el panorama completo, ser concientes de nuestros recursos y evaluar de manera equilibrada el desafío que estamos enfrentando. A veces nos permite evitar la tormenta y si ya se desató, nos brinda una raíz sólida para no ser arrastrados. Nos permite encontrar una oportunidad de aprendizaje en todas las circunstancias, aún en las dolorosas.

-Gracias por escuchar.

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Autor: Daniel Fresno