La energía de la Restricción

por Daniel Fresno

—Hace algún tiempo hablamos sobre el taichi tu, el famoso gráfico que representa la relación entre los principios básicos del yin y yang —dije durante la clase de taichi chuan. Hoy quisiera enfocar la atención en la dinámica cíclica que muestra el taichi tu. El yang nace, se desarrolla y luego va menguando para dar lugar al nacimiento del yin, que sigue un ciclo similar. ¿Por qué el yang no crece de manera indefinida ? ¿Por qué llega un punto en el que se agota? Porque luego de haber alcanzado su máxima expresión, entra en acción la energía de la restricción. Sobre esta energía quisiera hablar. Esta energía interviene en todos los ciclos de la Naturaleza. El verano no dura eternamente, llega un momento en el que la energía de la restricción le pone límite a su desarrollo y empieza a menguar para dar lugar al otoño.

Los humanos somos seres naturales y estamos sujetos a la energía de la restricción. Pero también somos seres culturales y en nuestra cultura la restricción no tiene buena prensa. Se nos educa para avanzar, acumular y consumir sin freno, sin límites. Si la industria farmacéutica quiere vender el analgésico X, va a prometer: «tomá X y que nada te detenga».  Los límites y las reglas no son bien vistos. «Vos ponés tus propias reglas», dicen las publicidades, promoviendo una supuesta rebeldía hacia las normas y restricciones sociales. Pero lo cierto es que la energía de la restricción es fundamental para poder construir cualquier cosa valiosa.

Por ejemplo, el respeto es posible cuando hay límites. Yo trabajo durante el día y a medida que se acerca la noche siento que mi energía va mermando. Entonces me voy a dormir y ahí comienza el ciclo de descanso. ¿Pero qué pasa a la mañana siguiente cuando llega la hora de levantarme? Tal vez sienta un deseo intenso de permanecer en la cama y prolongar así el ciclo del descanso. Si lo hiciera, seguramente llegaré tarde al trabajo y si esto se convierte en un hábito, es posible que me echen. En cambio, si aplico la energía de la restricción para poner límite al ciclo de descanso, podré llegar en horario al trabajo. La puntualidad es una manera de expresar respeto hacia uno mismo, hacia el otro y hacia la actividad compartida, que puede ser el trabajo, la clase de taichi chuan o una salida al teatro.

En estos días fue noticia la denuncia de abuso de poder y violencia machista hacia alumnas de un prestigioso colegio secundario público por parte de profesores y autoridades. Egresadas de las promociones 2016 /17 denunciaron a preceptores que ofrecían masajes a las alumnas, que invitaban a elegir «el mejor culo del año», profesores que manoseaban y pedían a sus alumnas que le envien fotos de sus vacaciones, entre otras cosas.  Como yo asistí a ese colegio muchos años atrás, me puse en contacto con mis compañeras de promoción a través de las redes sociales y les pregunté si ellas también habían sufrido situaciones similares cuando cursábamos. Todas recordaron a dos profesores mirones, pero ninguna mencionó haber experimentado algo más que miradas incómodas. ¿Qué es lo que cambió de aquella época (1972) al presente? Cambiaron muchas cosas. Por ejemplo, antes había más represión sobre la sexualidad, pero también había más distancia, más límites entre el alumnado y las autoridades. Hoy hay menos represión y distancia.

Ante estos cambios sociales es necesario comprender la naturaleza de la energía sexual. Se trata de una energía muy poderosa, que exige respeto y que no es prudente desplegar con cualquiera o en cualquier circunstancia. La energía sexual se parece al fuego, que cuando es bien usado, nos da calor y nutrición. Pero el fuego usado de manera irresponsable puede destruir, enfermar y matar. La energía sexual, guiada por el amor y en el marco de un compromiso duradero, puede ser creadora, sanadora y nutritiva. Pero si se la despliega de manera egoísta, indiscriminada y sin medir las consecuencias, provoca enorme sufrimiento. De ahí la importancia de la restricción, atributo que no supieron aplicar los docentes y autoridades denunciados por las alumnas.

Es muy importante educar a niños y adultos sobre su uso responsable. Sería bueno poner atención sobre la creciente sexualización de la niñez, especialmente de la nenas, que son estimuladas a vestirse, maquillarse y comportarse como si fueran adultos en miniatura. También sería bueno echar luz sobre los mandatos sociales que impulsan a los varones a actuar como máquinas de fornicar, como si la vida fuera una competencia en la que gana el que se acostó con más mujeres. No conviene ignorar o reprimir la energía sexual, pero es necesario aprender a ponerle límites para encausarla de manera positiva y amorosa y que no se convierta en una herramienta de dominación y destrucción.

Gracias por escuchar.

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