Quino
por Daniel Fresno —
Ayer falleció Quino, el genial dibujante creador de Mafalda, entre otras grandes obras universales. Hay algo de Quino que quisiera destacar porque está relacionado con nuestra práctica. Todos coinciden en que su obra fue única, pero ¿qué hizo que fuera única?
¿Fue la época que le tocó vivir? Quino vivió un período de agitación y de grandes transformaciones culturales y sociales, y millones de personas vivieron también esa época, pero no crearon Mafalda.
¿Fue su trazo? El estilo de Quino era una línea limpia que Saul Steimberg había puesto de moda unos años antes y que otros dibujantes también adoptaron.
¿Fue su creación de un personaje infantil femenino? Hubo muchos personajes de niñas antes de Mafalda: la Pequeña Lulú, Cachirula o Little Orphan Annie.
Lo que hace único a Quino es su mirada sobre el mundo. Al igual que millones de otras personas Quino vivió una época de grandes transformaciones, pero las percibió como solo Quino podía percibirlas. Lo mismo hace cada uno de nosotros. La realidad objetiva ocurre afuera, pero la única manera de experimentarla es dentro de nosotros. Cada ser humano percibe los estímulos del mundo exterior de manera diferente de acuerdo con el clima predominante en su mundo interno.
Por eso, ante un mismo evento, cada persona reacciona de diferente manera. Por ejemplo, un evento como la circulación de ideas renovadoras en los años ´60 a Onganía lo llevó a intervenir la Universidad. A Quino, en cambio, lo llevó a hacer dibujos como este.
Solemos creer que nuestro estado de ánimo depende de factores externos. Decimos «me siento triste porque me enteré de tal y cuál cosa» o «estoy indignado por lo que hizo tal persona». Pero la realidad es que, más allá de lo que pase en el mundo, la única manera de experimentar los eventos externos es dentro de nosotros. Y la calidad de esa experiencia depende del ambiente que hay dentro nuestro.
Es importante comprender que después de cierta edad, somos responsables de ese ambiente. Así como somos responsables del orden y la limpieza de nuestra casa, también somos responsables del alimento que le damos a nuestro cuerpo y mente. Ese alimento que consumimos va a determinar la calidad del clima reinante dentro de nuestras fronteras.
Si consumo alimentos e ideas que generan sufrimiento, en mi interior habrá un clima de miedo, odio, dolor y agitación. Y ese clima va a teñir mi percepción del mundo exterior y mi manera de responder ante la realidad. ¿Por qué Quino fue único, si también había otros humoristas y dibujantes talentosos? Fue único porque solo Quino percibía la realidad como Quino y respondía en consecuencia.
¿Cómo me doy cuenta de que dentro mio hay un mal clima? Si no soporto estar quieto y en silencio conmigo mismo, si no puedo dormir, si necesito comer, beber o consumir drogas para «no darme manija», es señal de que debo limpiar y hacer orden dentro de mi casa.
¿Qué tiene esto que ver con nuestra práctica? Vivimos dentro de nosotros y es muy importante que ese espacio sea un sitio donde valga la pena vivir. Es el único lugar del universo que podemos reformar para mejorarlo un poco. Buena parte de nuestro sufrimiento viene de ahí: por algún motivo permitimos que nuestro mundo interno sea un sitio miserable. Como Mafalda, muchas veces nos encontramos diciendo: «Paren el mundo que me quiero bajar». Estamos mal con nuestro mundo y por eso nos llevamos mal con el resto del mundo. Pero ¿estamos condenados a vivir por siempre en esas condiciones? No. Nuestra práctica nos permite desarrollar disciplina, paciencia y concentración, tres herramientas básicas pero poderosas para hacer orden y limpiar nuestra casa y convertirla en un lugar mejor. Es el primer paso para poder generar cambios positivos en el mundo que nos rodea.
Gracias por escuchar.
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