Intelecto, músculos y culocracia

por Daniel Fresno

S. es antropólogo e investigador y viene a los encuentros de Fusión. Hoy llegó cansado porque durante toda la semana estuvo trabajando duro para organizar un seminario de tres días que resultó un éxito. En un descanso le dije:

—Es muy importante que las personas como vos, que realizan un trabajo intelectual intenso, hagan actividad física regular, con la mente enfocada y que esta actividad ponga a prueba sus límites.

Debido al dualismo que predomina en nuestra cultura es habitual encontrarse con intelectuales que creen que la mente puede cultivarse, potenciarse y dar sus frutos independientemente del cuerpo. Así, es muy común ver científicos, escritores, filósofos, periodistas, que no atienden las necesidades de movimiento y actividad física de sus cuerpos.

Un prestigioso filósofo y escritor llegó a decir que la actividad física regular es parte del «culto al cuerpo» y que los que entrenan lo hacen para «tener el culo levantado» y que todo eso era consecuencia de la «culocracia», un sistema de dominación cuyo objetivo sería que las personas no piensen y puedan ser controladas fácilmente. Según él, cuanto más entrenamos el cuerpo, más tontos nos volvemos.

No ignoramos los esfuerzos de los diversos centros de poder por manipular la subjetividad de la gente, pero estamos seguros de que la cultura física no va en contra de la actividad intelectual, sino que por el contrario, la potencia. La mente de un intelectual que mueve sus articulaciones, fortalece su sistema cardio-respiratorio y tonifica sus músculos se mantiene activa y resiste el paso del tiempo mucho mejor que la de alguien con hábitos sedentarios.

Es triste ver cómo con el paso de los años la producción de algunos intelectuales se estanca o se empobrece a medida que su mente y cuerpo se van deteriorando por falta de «mantenimiento». Cuerpo y mente son una unidad. Lo que hacemos con el cuerpo se ve reflejado en la mente; lo que hacemos con la mente se ve reflejado en el cuerpo.

Gracias por escuchar.