Meditación de las Dos Madres

Apoyo las palmas sobre mi ombligo. Respiro y enfoco la atención en esa zona que está debajo de las palmas.

Soy conciente de cómo al abdomen se infla y se desinfla siguiendo el ritmo de mi respiración.

Respiro y soy conciente de mi ombligo, esa puerta de entrada y de salida que me conectó con mi madre mientras estuve en su seno.

Respiro y soy conciente de que por esa puerta entraban oxígeno y nutrientes que me permitieron crecer hasta estar listo para salir al mundo.

Respiro y soy conciente de que por esa puerta salian deshechos y toxinas para que mi madre se ocupe de ellos.

Respiro y soy conciente de que si mi madre no me hubiera alojado y compartido conmigo su alimento, yo no estaría aquí.

Respiro y soy conciente de que ahora, ya fuera de mi madre, vivo dentro de una madre más grande, la madre Tierra. Ella me da alojamiento, oxígeno y alimentos y se hace cargo de mis deshechos. Fuera de la made Tierra no podría sobrevivir.

Respiro y doy gracias a mis dos madres