Satisfacción

por Daniel Fresno

Durante la clase del sábado nos enfocamos en el chi kung de manos, cabeza y cara. Al terminar. una alumna preguntó:

—Esta práctica me hizo sentir bien, mejoró la circulación, despertó y a la vez. relajó tensiones en manos y cara. Pero me pregunto una cosa: esto que hicimos ¿sirve además para otra cosa?

—Sirve para muchas cosas. Veamos algunas —dije—: En la corteza cerebral las partes del cuerpo que más espacio ocupan son las manos, la cabeza y la boca . Y esta conexión entre el sistema nervioso central y el resto del cuerpo es de doble via. De manera que al estimular manos, cabeza y boca estamos estimulando una parte importante de la corteza cerebral.

Cuando trabajamos sobre la mano estamos estimulando también los 6 meridianos de la mano y al trabajar en la cabeza, lo hacemos sobre los cinco sentidos y los cinco pares de órganos y vísceras asociados.

Pero creo que lo más valioso de esta práctica es que nos permite volver a conectarnos con nuestro universo interior.. Nos permite regresar a la respiración y registrar todas las sensaciones corporales. Nos permite atender también nuestro mundo emocional interno. ¿Por qué esto es valioso? Todo el sufrimiento que hoy padecemos viene de la desconexión, del abandono de nosotros mismos.

Les cuento una situación bastante habitual. Una niña de tres años está comiendo bajo la atenta mirada de su abuela. En un momento la niña dice que no tiene más hambre, pero la abuela insiste en que coma otro bocado, argumentando que, si no lo hace, ella se pondrá muy triste y llorará, Inmediatamente empieza a hacer como que está llorando y la niña acepta seguir comiendo ¿Qué es lo que ocurrió aquí?

La niña sintió hambre y se sentó a comer. En un momento, cuando ya había ingerido suficiente alimento, el sistema nervioso envió una señal de saciedad. La niña registró esa señal y dejó de comer porque ya estaba satisfecha. Pero la abuela intentó manipularla a través de la culpa para que siga comiendo. De esta manera la niña es entrenada para que ignore la señal interna de saciedad y siga comiendo, para no provocarle sufrimiento a un ser querido.

Somos educados desde pequeños para ignorar las señales internas y enfocarnos únicamente en las externas. Un niño juega al fútbol con sus amigos y al terminar experimenta una sensación interna de satisfacción por haber compartido un buen momento con sus pares. Le cuenta a su padre y éste pregunta: «¿Y quién ganó?» Hasta ese momento el niño estaba feliz y satisfecho, pero a partir de ahora la experiencia de jugar al fútbol estará marcada por el resultado: será agradable cuando su equipo gane y desagradable cuando pierda. Lo importante ya no será jugar, sino ganar. o perder. Somos educados para ignorar las señales internas de satisfacción y para buscar siempre más y más. Como en la canción de los Stones, nunca logramos estar satisfechos porque nada puede calmar ese deseo insano por conquistar y poseer más. Así vamos convirtiendo nuestra vida, la sociedad y la Naturaleza en un mar de sufrimiento.

Hoy la humanidad ha llegado a un nivel de desarrollo nunca visto. La capacidad de generar riquezas se multiplicó varias veces. Pero el 82 % de esas riquezas está en manos del 1% de la población mundial. Este dato es de 2017 y se sabe que después de la pandemia la brecha entre ricos y pobres aumentó. Es decir, están dadas las condiciones materiales para que toda la humanidad viva dignamente. Pero una élite de mega-millonarios incapaces de sentirse satisfechos hace que esto sea una utopía. Esa codicia sin límite está generando violencia en la sociedad y destruyendo las condiciones naturales que hacen posible la vida humana en el planeta.

Así como nos desconectamos de las señales internas de satisfacción, también descuidamos nuestras emociones «negativas», como la ira, la envidia, los celos, el miedo. Al desatenderlas, estas emociones toman el control y generan más sufrimiento aún. Si queremos realizar cambios positivos y sustentables en nuestra vida y en la sociedad es indispensable recuperar la conexión con el universo interior. Estos ejercicios son una puerta de entrada a ese mundo.

Gracias por escuchar.


Si te parece que este texto puede serle útil a otra persona, no dudes en compartirlo.