Relajación y fuerza

por Daniel Fresno

Este video muestra una competencia de tui shou a pie móvil. Cuando lo vi por primera vez me llamó la atención la facilidad y naturalidad con que el de camisa blanca aplicaba sus técnicas. Por momentos me pareció estar mirando una de esas exhibiciones armadas para que se luzca uno de los participantes.

Se supone que los dos participantes tienen pesos similares, pero si nos fijamos bien veremos que el de camisa blanca tiene menos grasa corporal; tal vez porque estuvo entrenando más y mejor. Esto le permite definir con naturalidad y sin esfuerzo aparente. Cuanto más grande es la diferencia de nivel entre los competidores, más «limpio» y relajado -menos trabado- parece el combate.

Pero ¿es la fuerza la única variable que define un enfrentamiento? No, también son importantes el peso, la técnica, la velocidad y la sensibilidad. Ahora bien, imaginemos una situación en la que ambos competidores están al mismo nivel en peso, técnica, velocidad y sensibilidad. ¿Quién va a marcar la diferencia, como ocurre en este video? El más fuerte.

En taichi chuan y demás estilos internos se valora mucho la relajación, y eso es bueno. La fuerza tiene mala fama por dos motivos (*). Uno de ellos es un malentendido: se confunde fuerza con rigidez/hinchazón. El entrenamiento de fuerza bien hecho no tiene nada que ver con la rigidez.
Si realmente valoramos la relajación debemos entender que la relajación nace de la fuerza.

Una vez estaba viendo con un amigo un video de un señor que hacía su forma de taichi chuan con posturas asombrosamente bajas.  Mi amigo dijo: «eso va contra los principios del taichi. Para adoptar posturas tan bajas tiene que tensar mucho los músculos de piernas y caderas y el taichi busca la relajación». El razonamiento de mi amigo no tiene en cuenta que tanto la fuerza como la relajación son categorías relativas. Para él, adoptar posturas bajas seguramente implica gran esfuerzo, pero un practicante altamente entrenado como el del video puede hacerlo de manera relajada.

El que entrena regularmente para empujar 120 kilos, desarrollará una capacidad neuromuscular adecuada para realizar esa tarea y cuando tenga que empujar 70 kilos, lo hará de manera natural y relajada. Volvemos a repetir: la relajación nace de la fuerza.

Por eso en el taichi chuan, relajación no significa ausencia de fuerza, sino el uso de la fuerza mínima necesaria para aplicar la técnica de manera eficaz.

Gracias por leer.

(*) El otro motivo es que los antiguos maestros de los estilos internos siempre le dieron más importancia a la técnica y a la sensibilidad que a la fuerza. Los antiguos maestros sabían que la fuerza es importante, pero cuando el practicante se pone viejo, empieza a disminuir. En cambio, la buena técnica y la sensibilidad son dos atributos cuyo aprendizaje demanda mucho más tiempo y, a diferencia de la fuerza, no tienen límite. Siempre se puede mejorar la técnica; siempre se puede desarrollar más sensibilidad.

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